Introducción

Cuando alguien dice “soy modelo” o “trabajo en el mundo del modelaje”, la gente automáticamente imagina alfombras rojas, fiestas exclusivas y portadas de revista. Es una imagen potente, sí, pero muy incompleta. Lo que no se ve son los madrugones, las pruebas de vestuario eternas, las esperas interminables entre tomas y, sobre todo, la presión silenciosa que a veces se instala en el corazón de quienes trabajan frente a la cámara.

Como fotógrafo, he tenido la suerte de compartir set con modelos que acaban de empezar y con otras que llevan años en la industria. Y si algo puedo decirte desde la honestidad es que el modelaje es mucho más humano, diverso y exigente de lo que muestran las redes sociales. La gente de fuera cree mitos tan arraigados que muchas veces desmotivan a quienes tienen un potencial increíble. Esos mitos no solo distorsionan la realidad, también invisibilizan el esfuerzo, la disciplina y la autenticidad que hay detrás de una buena imagen.

Hoy quiero contarte 11 mitos sobre ser modelo, desmontarlos con ejemplos reales y ofrecerte una mirada desde mi experiencia para que, si este mundo te atrae, lo veas con ojos claros y con la motivación correcta. No se trata de cumplir con un molde, sino de descubrir quién eres y cómo quieres mostrarte al mundo.

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Mito 1: Hay que tener medidas perfectas

Este es el clásico de los clásicos. Lo he escuchado tantas veces que podría grabarlo en un loop y reproducirlo en cada sesión. La idea de que solo entran en la industria las personas con cierta altura, cierto peso y proporciones exactas viene de un pasado muy limitado. Durante décadas, las pasarelas y las agencias internacionales buscaban un tipo de cuerpo muy concreto, y eso generó un estándar difícil —por no decir imposible— de alcanzar para la mayoría.

La buena noticia es que los tiempos han cambiado. Las campañas actuales, impulsadas en parte por las redes sociales, celebran la diversidad: modelos “petite” (baja estatura), “plus size” (tallas grandes), con cabello natural, canas, tatuajes, cicatrices o incluso condiciones físicas diferentes. La industria empieza a entender que lo que conecta con la gente no es la perfección, sino la autenticidad.

En mi trabajo he fotografiado personas que no encajan en el “molde tradicional” y que, sin embargo, logran transmitir más fuerza y personalidad que muchas que sí cumplen esas medidas. El secreto no está en los números, sino en cómo habitas tu cuerpo. Si tienes una postura segura, conoces tus ángulos y transmites confianza, las medidas pasan a un segundo plano.

Consejo práctico:
Invierte tiempo en conocerte frente a un espejo y frente a una cámara. Aprende qué expresiones, posturas y gestos cuentan mejor tu historia. La seguridad que proyectas vale más que cualquier centímetro de diferencia.

Mito 2: Las modelos no comen

Este mito es peligroso porque refuerza hábitos poco saludables y normaliza conductas extremas. Sí, hubo épocas en que las agencias de modelaje imponían dietas estrictas y medidas imposibles, y eso causó estragos físicos y emocionales. Pero la realidad actual —y saludable— es otra: un cuerpo sano necesita combustible, energía y equilibrio.

En las sesiones que dirijo, me importa mucho que la modelo tenga energía. Si está débil, cansada o mareada, la sesión se nota apagada. Recuerdo una campaña en la que, después de varias horas de trabajo, sacamos bandejas de frutas, frutos secos y chocolate. El ambiente cambió de inmediato: risas, energía renovada y fotos vibrantes. La alimentación no es el enemigo, es el aliado.

Además, cada cuerpo es distinto. Hay modelos con metabolismos muy rápidos, otras que entrenan a diario y otras que simplemente tienen contexturas diferentes. Pretender que todas se alimenten igual es absurdo. Lo importante es escuchar al cuerpo, nutrirlo y cuidarlo.

Consejo práctico:
Si aspiras a ser modelo, prioriza tu salud física y mental. Un profesional se nota cuando está fuerte, descansado y con energía para rendir todo el día. La belleza es un reflejo de cómo te sientes por dentro.

Mito 3: Siempre llevan una vida de glamour

El glamour existe… pero no las 24 horas. Lo que las redes no muestran son las llamadas a las 5 de la mañana para llegar al set, las horas de espera mientras montan la iluminación o las pruebas interminables de vestuario. Tampoco enseñan los viajes en transporte público cargando maletas llenas de cambios de ropa.

Desde mi experiencia, he visto más glamour real en las risas sinceras durante un descanso que en los flashes de una alfombra roja. Sí, hay sesiones en hoteles de lujo, pero también hay muchas en almacenes, calles, fábricas y locaciones frías donde lo único que abriga es el café caliente.

Consejo práctico:
Disfruta el proceso y no solo el resultado. El glamour está en los momentos humanos: una broma en camerinos, una conversación inesperada, una conexión con el equipo. Eso es lo que recordarás.

Mito 4: Es un trabajo fácil

Parece solo posar y recibir halagos. Pero ser modelo es (literalmente) ponerse en los zapatos de otros: entender un briefing, adaptarse, pedir feedback. Es trabajo serio con responsabilidad y mucha dedicación. Y créeme, ¡en ese set agotado es donde más vive la autenticidad!

Las sesiones largas requieren resistencia física, paciencia para repetir tomas y la capacidad de seguir transmitiendo energía incluso en la última foto del día. Muchos subestiman la exigencia mental y física de este trabajo.

Consejo práctico:
Entrena tu resistencia. Mantente en buena forma física y aprende técnicas para gestionar la presión. Un modelo profesional no se derrumba cuando el día se alarga: brilla hasta la última toma.

11 mitos sobre ser modelo en Chile

Mito 5: Solo importa la belleza física

Lo atractivo es subjetivo. Lo que importa es tu personalidad y cómo transmites una emoción. A menudo, una mirada tuya me lleva más lejos que cualquier pose estudiada. Ahí está el verdadero poder: lo que llevas por dentro.

He fotografiado personas que, según los estándares, no serían “perfectas”, pero que llenaban la imagen de vida. Y también he visto belleza física impecable… sin alma. El modelaje es un lenguaje, y tu personalidad es el acento que lo hace único.

Consejo práctico:
Trabaja en tu inteligencia emocional. Aprende a leer el ambiente, conectar con el fotógrafo y el equipo. Eso se refleja en las fotos.

Mito 6: Ser modelo es para toda la vida

La carrera puede tener etapas. Y eso está perfecto. Hay modelos que luego exploran diseño, activismo o emprendimientos. El modelaje no define toda tu historia: es una de las muchas vibrantes formas de expresarte.

De hecho, la experiencia como modelo suele abrir puertas en producción, dirección artística, estilismo y marketing. La clave está en aprovechar el aprendizaje y las conexiones.

Consejo práctico:
No te encierres en una sola identidad. Usa tu paso por el modelaje como trampolín para otros proyectos que te apasionen.

Mito 7: No se necesita preparación ni estudios

Incorrecto. Saber sobre fotografía, moda, comunicación o marketing personal suma muchísimo. Recuerdo una modelo que entendía de iluminación y redes sociales: la sesión fluyó como pocas veces, porque hablábamos el mismo idioma técnico y creativo.

La formación amplía tus posibilidades y te diferencia en un mercado competitivo.

Consejo práctico:
Invierte en cursos, talleres y autoformación. El modelaje moderno es un trabajo multidisciplinar.

Mito 8: Las modelos siempre ganan mucho dinero

Hay casos que sí, pero la mayoría empieza con trabajos pequeños y complementa ingresos con otros empleos. Entre agencias, traslados, portafolio y vestuario, la inversión inicial es real.

Dato: Según The Business of Fashion, solo un 15 % de modelos logra ingresos sostenibles a largo plazo, mientras que el 85 % combina el modelaje con otras actividades relacionadas.
Fuente

Consejo práctico:
Haz un plan financiero realista y no dependas de un solo cliente o temporada.

Mito 9: Cualquiera con una buena foto puede ser modelo

Una foto bonita no es suficiente. El modelaje exige consistencia, adaptabilidad y profesionalismo. La experiencia enseña a manejar imprevistos y a transmitir la emoción que el cliente quiere.

Consejo práctico:
Construye un portafolio variado que muestre tu versatilidad.

Mito 10: Las modelos no tienen inseguridades

Todos las tienen. He visto cómo un simple comentario puede afectar la confianza de alguien. La diferencia está en aprender a gestionarlas.

Consejo práctico:
Desarrolla tu autoestima fuera de la cámara. Así estarás más preparado para recibir críticas constructivas.

Mito 11: El modelaje es un mundo superficial

El modelaje puede ser tan superficial o profundo como las personas que lo habitan. He vivido sesiones donde lo que se buscaba era simplemente estética… y otras donde se contaban historias poderosas.

Consejo práctico:
Busca proyectos que se alineen con tus valores. Eso hará tu trabajo más significativo.

Tabla: Percepciones vs. realidad

Percepción comúnRealidad empática y motivadora
Solo importa la bellezaLo auténtico, tu personalidad, la energía que irradias
Vida fácil y glamorosaDías largos, esfuerzo, conexión con el equipo
Inseguridad no existeTodos la tienen: es parte del crecimiento personal

Conclusión: Ver más allá del mito, descubrir la realidad

El modelaje es una oportunidad poderosa si se vive desde lo auténtico. No es un cuento de hadas estático, sino una historia que escribes sesión a sesión, con trabajo, vulnerabilidad, tenacidad y pasión. Desde mi lente lo veo claro: quienes triunfan no son quienes cumplen un estándar, sino quienes abrazan su humanidad completa.

Nacho Pérez
SIgueme

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