Cómo Vestir para una Sesión de Fotos de Pareja y No Morir en el Intento
Escucha. cómo vestir para una sesión de fotos de pareja no es cualquier cosa. No se trata solo de “ponerse algo bonito sacado del closet” y salir a posar como si nada. No. Si quieres que esas fotos sean más que un simple recuerdo, necesitas poner un poquito más de cabeza en lo que te vas a poner. Porque, créeme, la ropa puede hacer la diferencia entre una foto para enmarcar y una que terminará olvidada en el fondo de un cajón.
El Secreto de las Mejores Fotos: Donde se Hacen
Primero, hablemos de dónde vas a hacer esas fotos con un fotógrafo profesional. Santiago tiene lugares que parecen sacados de una película, y si sabes elegir bien, no necesitarás filtros ni ediciones complicadas. Lugares como el Parque Bicentenario o el Parque Araucano son joyas. Pero si realmente quieres un escenario de lujo, el Parque Mahuida en La Reina o un mirador camino a Farellones, son la clave, especialmente al atardecer. ¿Por qué? Porque la luz natural de la tarde es como oro puro. Y esa luz, junto con el lugar correcto, puede convertir una foto común en una obra de arte.
Ahora, te voy a dar un consejo que vale oro: si vas a hacer las fotos en estos lugares, escoge ropa que combine con el entorno. Los verdes intensos, los tonos dorados del sol, el marrón de la tierra… todo eso pide a gritos colores pasteles y claros. Así que olvídate del rojo pasión o del negro noche. Esto no es una fiesta de Año Nuevo, es una sesión de fotos que, si todo sale bien, terminará colgada en la pared de tu casa.
Sesión que hicimos en un mirador camino a Farellones 😉
El Poder de los Colores Pasteles: La Elección Inteligente
Vamos a lo concreto. ¿Qué colores funcionan mejor? Los pasteles. Así de simple. Colores suaves que no gritan “mírame” sino que susurran “aquí estamos, disfrutando del momento”. Una camisa blanca, un vestuario azul cielo, una chaqueta beige… esas son las piezas que necesitas. Porque estos colores, además de ser elegantes, tienen otra ventaja: hacen que tú y tu pareja sean los protagonistas, no tu ropa.
Y hay algo más. Si el entorno es natural, con vegetación, árboles y cielo azul, esos tonos suaves se van a mezclar a la perfección. ¿El resultado? Una foto que parece sacada de una revista.
Evita los Errores Comunes: Olvídate de los Estampados y Colores Fuertes
Vamos a lo que no debes hacer. No es que te quiera dar órdenes, pero si quieres que las fotos salgan bien, evita los colores fuertes como el rojo o el amarillo neón. Esos colores pueden ser tus amigos en otras ocasiones, pero en una sesión de fotos al aire libre, te van a sabotear. Lo mismo con los estampados. ¿Rayas, flores, cuadros? No, gracias. El problema es que pueden ser muy distractivos y robarse toda la atención, dejando tu rostro y el de tu pareja en un segundo plano.
Accesorios: Detalles que Cuentan, Pero No Abruman
Vamos con los accesorios. Los sombreros, bufandas y collares pueden ser tus aliados si los usas bien. Un sombrero bonito puede darle un toque extra a la foto, especialmente si el viento lo hace volar un poco. Pero, ojo, que los accesorios están para complementar, no para ser los protagonistas. Un par de detalles bien escogidos pueden añadir carácter sin robar la escena.
Mascotas Bienvenidas: Por Qué Deberías Incluirlas
Y si tienes una mascota, ¡no la dejes fuera! Las fotos con mascotas siempre tienen un toque especial. Un perro corriendo a tu lado o un gato curioso en el encuadre puede añadir naturalidad y ternura. Pero recuerda, la clave es que tu mascota esté cómoda. Lleva sus juguetes o alguna golosina para que se sienta a gusto y participe de manera espontánea en las fotos.
La Clave del Éxito: Relájate y Disfruta
Por último, y quizá lo más importante: relájate. Disfruta del momento. Al final, lo que hace que una foto sea memorable no es solo la ropa o el lugar, sino la conexión entre ustedes. Cuando te relajas y te diviertes, eso se nota. Y eso es lo que hará que, años después, esas fotos sigan teniendo vida y cuenten la historia de ustedes como pareja, no solo cómo se veían ese día.
Así que ya sabes, elige bien, pero sobre todo, disfruta de la sesión. Porque esas fotos son para ti, para ustedes, y para recordar por qué están juntos.